La pandemia de COVID-19, con razón, ha acaparado gran parte de la atención sanitaria en todo el mundo en 2020 y 2021, y ha tenido un impacto en nuestros esfuerzos para la administración de antimicrobianos (AMS). Ese impacto ha sido tanto positivo como perjudicial.

Por un lado, en la urgencia de los primeros meses, la AMS cayó en el olvido. Los pacientes con un cuadro clínico grave de COVID-19 debían ser tratados tanto por los efectos del coronavirus como, en muchos casos, por las infecciones bacterianas secundarias, ¡y debían ser tratados rápidamente! Esto significaba un mayor uso indiscriminado de antibióticos y la posibilidad de que aumentara la resistencia e incluso multiresistencia a los medicamentos.

Por otro lado, hay algo positivo: ¡el diagnóstico se ha convertido en una superestrella! No es por quitarle importancia, pero no es baladí que quienes están fuera del laboratorio hayan empezado a comprender la importancia de contar con las herramientas adecuadas para proporcionar información rápida y precisa sobre los agentes infecciosos.

Es un buen momento para promover el diagnóstico dentro de su organización y reforzar el mensaje de que el diagnóstico apoya las mejores decisiones de tratamiento y la AMS, ayudando a combatir la resistencia a los medicamentos, incluidos los organismos multiresistentes (MDRO). Y hay una buena razón para seguir centrándose en el diagnóstico y la AMS: la creciente resistencia a los antimicrobianos sigue siendo una grave amenaza mundial.

Tanto para los pacientes con COVID-19 como para los demás, las medidas de control de la infección, incluida la detección de resistencias, siguen siendo esenciales. La amenaza a medio y largo plazo de la farmacoresistencia y de las MDRO es, hoy por hoy, una bomba de relojería.

Otro aspecto positivo: ¡tenemos herramientas de diagnóstico fácilmente accesibles para luchar contra la AMS! Un ejemplo: la gama CHROMID® MDRO ofrece una solución rentable y fácil de usar para el cribado rutinario y a demanda de MDRO. Con resultados claros, puede ayudar a mejorar el tratamiento antimicrobiano y las decisiones de administración, al tiempo que apoya las medidas específicas de control de la infección para ayudar a prevenir su propagación.

 

 

La gama CHROMID® MDRO incluye:

  • CHROMID® Agar Colistina R: Un agar cromogénico selectivo para el cribado de microorganismos Enterobacteriaceae resistentes a la colistina
  • CHROMID® CARBA SMART Agar: Una placa doble para el cribado de todas las enterobacterias productoras de carbapenemasas (CPE) en un solo paso
  • CHROMID® ESBL Agar: Para la identificación directa de las enterobacterias productoras de ESBL más frecuentes
  • CHROMID® ESBL / CHROMID® VRE: Biplaca con cribado de enterobacterias productoras de ß-lactamasas de espectro extendido (ESBL) y detección y diferenciación de Enterococcus faecium y Enterococcus faecalis con resistencia adquirida a la Vancomicina (VRE)
  • CHROMID® VRE: Medio cromogénico específico y selectivo para la detección y diferenciación de Enterococcus faecium y E. faecalis con resistencia adquirida a la Vancomicina (VRE)
  • CHROMID® MRSA SMART Agar: Para el cribado de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM)

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